Cómo diseñar un flujo de reparación y mantenimiento de activos mineros
La industria minera se caracteriza por el uso intensivo de maquinaria y equipos, los cuales están sujetos a un desgaste constante debido a las condiciones extremas de trabajo. Para garantizar la seguridad y la eficiencia operativa, es fundamental implementar un flujo de reparación y mantenimiento de activos mineros bien definido.
En este blog post, te guiaremos a través de las bases para diseñar un flujo de reparación y mantenimiento efectivo, tomando en cuenta las mejores prácticas de la industria.
1. Identificar los activos críticos
El primer paso es identificar los activos mineros que son críticos para la operación. Estos activos suelen ser aquellos que, si fallan, pueden causar un impacto significativo en la producción, la seguridad o el medio ambiente.
Para identificar los activos críticos, se pueden utilizar diversos criterios, como:
- Impacto en la producción: ¿Qué tan grande sería la pérdida de producción si el activo fallara?
- Seguridad: ¿El fallo del activo podría poner en riesgo la seguridad de los trabajadores?
- Costo de reparación: ¿Cuánto costaría reparar o reemplazar el activo si fallara?
- Impacto ambiental: ¿El fallo del activo podría causar daño ambiental?
Una vez identificados los activos críticos, se debe priorizar su mantenimiento en función de su importancia.
2. Establecer un programa de mantenimiento preventivo
Un programa de mantenimiento preventivo es una estrategia esencial para prevenir fallas en los activos mineros. Este programa debe incluir tareas de inspección, lubricación, ajuste y reemplazo de componentes, realizadas de forma periódica según las recomendaciones del fabricante o la experiencia propia.
Al implementar un programa de mantenimiento preventivo, se pueden reducir significativamente las fallas imprevistas, lo que se traduce en una mayor disponibilidad de los activos, menores costos de reparación y una mayor seguridad operativa.
3. Implementar un SGM integrado con proveedores.
Un sistema de gestión de mantenimiento (SGM) es una herramienta fundamental para organizar y gestionar las actividades de reparación y mantenimiento de activos mineros. El SGM permite de manera base generar seguimientos internos de las gestiones de activos, sin embargo hoy también existen soluciones avanzadas que se integran a los proveedores de mantención. Este tipo de herramientas permite:
- Planificar y programar las tareas de mantenimiento
- Registrar el historial de mantenimiento de cada activo
- Monitorear el estado de los activos y detectar fallas potenciales
- Hacer seguimiento del proceso de reparación externo
- Predecir cuándo un activo volverá a estar operativo en planta
- Trabajar de manera integrada con una red de proveedores
- Generar informes y análisis de datos
La implementación de un SGM puede ayudar a mejorar la eficiencia y la efectividad del programa de mantenimiento, lo que se traduce en menores costos operativos y una mayor confiabilidad de los activos, así como el fortalecimiento de la cadena de reparación.
4. Capacitar al equipo de mantenimiento
El equipo que participa en el ciclo integral de mantenimiento debe estar capacitado para realizar las tareas de reparación, mantenimiento y también de digitalización de este proceso de forma segura y eficiente. La capacitación debe incluir:
- Conocimiento de los principios básicos de mantenimiento
- Procedimientos específicos para cada tipo de activo
- Normas de seguridad y salud ocupacional
- Uso de herramientas tecnológicas para hacer seguimiento de su trabajo
Un personal de mantenimiento bien capacitado es esencial para garantizar la calidad y la efectividad de las actividades de reparación y mantenimiento.
5. Monitorear y mejorar continuamente el flujo de mantenimiento
El flujo de reparación y mantenimiento debe ser monitoreado y mejorado continuamente para garantizar su efectividad. Esto implica más que solo el trabajo de mantención como tal, sino que involucra una serie de actores clave que están involucradas en cada parte del proceso, incluyendo a reparadores externos. Esto se puede lograr mediante:
- Análisis de los datos de mantenimiento
- Identificación de oportunidades de mejora
- Implementación de cambios y mejoras
- Acompañamiento dedicado de expertos
Un flujo de mantenimiento bien diseñado y gestionado puede contribuir significativamente a la seguridad, la eficiencia y la rentabilidad de la operación minera. Además dentro de este punto también es clave contar con miradas externas y asesorías de expertos que puedan contribuir a la mejora continua de este proceso.